18 abril 2008

Tercer intento en vano de resumir un deporte

5. TÉCNICA.

Ah, la técnica de la Fórmula 1. Cuántos aficionados habrá enganchado: Aerodinámica, neumáticos, motor, neumáticos, agarre mecánico, neumáticos... Y es que los neumáticos son el primer punto en el que centrarse en la ingeniería de cualquier competición automovilística. Hace un año que Michelin nos dejó y eso de que haya un proveedor para todos los equipos, Bridgestone, hace que ya no sean el mundo que eran. La marca única fue un mal menor para reducir costes al no necesitarse ya tantos entrenamientos. Además, así se podía controlar más fácilmente que los coches no llegaran a ser tan rápidos que los pilotos no salieran vivos. Pero a lo que vamos, Bridgestone lleva dos de sus cuatro compuestos (duro, medio -¿pilláis ahora el título del blog?-, blando, superblando) a cada carrera, y los equipos están obligados a usar los dos, en alguna fase, a lo largo de la distancia del GP. De las otras técnicas no quiero decir mucho porque no tengo mucho conocimiento, pero en fin, la aerodinámica es hoy muy importante porque es de lo poco que todavía no se ha impuesto igual para todos. Cuenta la arquitectura del neumático para buscar la mejor forma de que el aire pase por ellos; es importante no tener que verse obligado a tocar la parte delantera porque condiciona el flujo de aire en el resto del monoplaza; los pontones –la parte abombada a ambos lados del habitáculo del piloto, es decir, los costados de los F1- son cada día más ceñidos, y por qué no decir aquí que este año estamos viendo un recital de cosas raras puestas en los coches. No podemos pasar sin acordarnos del motor, pero es que se congeló su desarrollo durante muchos años, salvo en ciertas áreas de las que los equipos sacan petróleo. No fijarse sólo en la potencia, también es importante un buen conjunto, también cuenta que sea ligero, por ejemplo. Pero es misión imposible conocer los datos de los motores, pues los guardan celosamente. Y eso que siempre me ha parecido que un mal motor es maquillable con un buen trabajo aerodinámico...


6. POLÍTICA.

Tres actores: La FIA, la FOM y las escuderías. No, los aficionados no cuentan; no cuentan ni las televisiones. Precisamente son los ingresos que éstas aportan los que generan más discusiones políticas en este deporte. La verdad es que hasta hace poco lo que percibían los equipos un porcentaje mucho menor que en la mayoría de competiciones. Centrándonos ya en presentarlos, la FIA es la federación que regula la normativa, las penalizaciones, y esas cosas. La preside Max Mosley, aunque es posible que pierda su puesto por el escándalo en el que le han pillado con unas prostitutas en un ritual sadomasoquista. A la FIA parece encantarle cambiar las normas casi cada día, pero es lógico, es un deporte en constante evolución, ¿no? La FIA también rige el WRC, los turismos, etc. En cuanto a la FOM, es lo mismo que decir Bernie Ecclestone. Es su holding, e integra todas las empresas que administran los derechos comerciales de la F1. ¿Por qué? Los equipos y la FIA lo consintieron inocentemente. Lo cierto es que Ecclestone lo comvirtió todo en el gran circo que es ahora, así que por mucha tajada que se lleve el pastel sería menor si no hubiera estado por aquí. El tercer grupo de personajes es heterogéneo, pues Ferrari es el poderoso y normalmente consigue una influencia sobre FIA y FOM que lo aleja de los demás. Los equipos privados tratan de sobrevivir en la F1 de las marcas de coches, y una de las luchas políticas más duras actualmente es la de Williams y Force India contra los chasis cliente de Super Aguri –si cuando leeis esto sigue existiendo- y Toro Rosso. (Un chasis cliente es la venta o cesión de un coche diseñado por otro equipo a uno más pequeño pero del que se puede beneficiar técnica, política o comercialmente. En teoría son ilegales, pero basta vender también la propiedad intelectual para burlar la norma. Se querían legalizar pero los dos primeros equipos que he citado lo han paralizado al verlos como "competencia desleal"). Eso sí, todos menos Ferrari suelen ser peleones contra FIA y FOM. De hecho, el odio entre Mosley y Ron Dennis está llegando a unos niveles insostenibles para el conjunto del deporte, como el caso de espionaje demostró. Pero de eso es más agradable no hablar.


Bueno, estas ha sido mi pequeña guía para aquel que pensara que no pintaba mucho en mi blog. Si después de esto sigue sin gustaros la F1, o seguís sin entender muchas cosas, ¡no devuelvo la visita que marca el contador!

La próxima semana, ¡hablaremos de la Guerra de los Bridgestone Medios!

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