Carta abierta a Don Gonzalo Serrano

Querido Gonzalo:

No me gustaría que hubieses optado por ser profesor. Sin duda habrías supuesto una cruz, no importa en qué curso, especialidad o plan de enseñanza. Y lo peor te lo habrías llevado tú: Nunca te habrías terminado de sentir realizado, el 99% de las veces pensando en qué fallaba para que tus pupilos sacaran tales resultados. Porque no creo que te lo tomaras con la combinación de mordacidad y chabacanería de la cuál hemos visto la última evolución en el pasado Gran Premio de Bahréin.

Debes saber de qué hablo, sobre todo si uno de esos foros a los que aludes como críticos contigo es el de thef1.com, y se ha dado el casual, que me honraría, de que has pinchado en el link de mi firma. A lo mejor no me he roto la sesera precisamente con la analogía, pero carrera tras carrera, te conviertes en examinador de prácticamente cualquiera de entre 19 magníficos pilotos. Y va este espacio dedicado a explicarte, sosegadamente en vez de en apenas un párrafo (como ocurriría en un foro), por qué tus ataques se caen por su propio peso.

De modo que si los 22 hombres de la parrilla fueran 22 alumnos tuyos, me parece que sólo 3, o incluso sólo 2, si eres de los profes que cogen manía –aunque te puedo asegurar que la "manía" la cogen los centros privados a los que hay que evitar a toda costa que vayan a selectividad- te darían alegrías. Lo que estás haciendo con tus comentarios a los Massa, Button, "viejos", etc, es exigirles que saquen los dieces de Alonso, Raikkonen o Hamilton, los que año tras año aspirarán a matrícula.

El caso de Felipe y lo que te tuvimos que soportar en el último Gran Premio clama al cielo: Un hombre que pelea hasta casi el final de la temporada con los tres grandes, que les logra birlar tres victorias –cuatro si pensamos que en Brasil la tuvo que ceder, ¡y con esa, sólo tendría una menos que Kimi!-, es calificado de paquete sólo por aquello que le impide igualar a los legendarios, a saber, la irregularidad.

Estarás pensando que su inicio de temporada era digno de pedir una cita con sus padres, pero ahí es donde hay que matizarte: Se hace una crítica y se dice que eso lo debe mejorar, no se pasa uno las retransmisiones soltando algunas puyas que chirrían en oídos como los míos. Y te diré otra cosa más: Al poner así de verdes a los rivales, relativizas el valor de los triunfos de los mejores, ni que decir tiene que en tu caso te lo digo para que pienses en Fernando.

Ante todo lo expuesto, te ruego encarecidamente que reconsideres tus alocuciones en Telenano.
Atentamente, deseando que estés plenamente recuperado de tus recientes dolencias,

Sergio Álvarez, desde alguna trinchera.