02 mayo 2008

Mosley sigue dando azotes

En el que se prevee como culebrón del año en el Gran Circo, las posturas de los distintos medios han demostrado estar lejos de la puritanía defendiendo al presdiente de la FIA de los ataques a su vida privada. Tan es así, que algunos, como The Red Bulletin, muy recomendable revista satírica que se imprime en el paddock de donde toque correr, han evitado toda referencia a un escándalo del que podían haber sacado mucha punta. Pero probalemente ni a Red Bull, editor de esa gaceta, ni a los escasos peces gordos que la pueden leer dado el lugar selecto en el que se distribuye, les agrada verse indirectamente relacionados con otro follón en F1. Y van...

Es de sobra conocida la negativa de ciertas marcas, concretamente las de farmacéuticas y Coca-Cola, a promocionarse en F1 mientras alla un sólo sponsor tabaquero -y eso es exactamente lo que hay, Phillip Morris en Ferrari es el único que todavía burla la prohibición de la publicidad-. Si encima añadimos esto, ¿qué nos apostamos a que Disney no entra en el automovilismo bajo ninguna de sus formas en los próximos 5-10 años? No puede ser un deporte muy familiar si uno de sus máximos mandatarios se dedica a traicionar a su familia desde hace largos años...

Pero voy a dejar ya las divagaciones para la próxima vez que necesite encontrar una forma de introducir un artículo, porque en este blog lo que importa es la cantidad de salidas de pata de banco que se pueden llegar a tener cuando estas cosas están en la arena pública. Y el caso es que hace escasos días, el presidente de la Federación Checa de Automovilismo, Radovan Novak, acudió a la radio. Hasta aquí alguien puede decir, "¡oh, Dios mío, esa federación tiene que tener cantidad de votos en el Consejo Mundial para evitar que ruede la cabeza de Mosley!". Está bien, no los tiene, pero es uno de los allegados de Max. Decía yo que en esa estación de radio, soltó que el caso de espionaje podía estar relacionado con la publicación del vídeo de Max Mosley. Ron Dennis ha tenido que salir inmediatamente con un comunicado en el que quiere dejar claro que no ha tenido lo más mínimo que ver con este tema, y que va a escribir a este Novak personalmente, y a asegurarse de cómo fue que hizo esos comentarios en antena.



Soy del exquisito grupo de personas en este país que todavía cree en la respetabilidad y sinceridad de Ron Dennis, que cree que se enteró por la prensa del caso de espionaje y que no se mereció un año tan duro. También creo que Mosley se lo quiere cepillar. Cepillar en el sentido de echarlo de donde está, quiero decir... Hasta ahora las preferencias especiales que conocemos de Max son las sadomasoquistas. Así que la pregunta queda en el aire: Si News of the World accedió al vídeo, ¿quién le facilitó el acceso?

En pitpass.com, Chris Balfe, su director, ¡tiene media respuesta! Está tirado averiguar eso, hombre, aunque Mosley crea que necesita a la agencia de detectives Quest. ¿A qué precio se vendió la prostituta que dio escalofriantes detalles sobre el rato que pasaron con el presidente de la FIA? Pues nosotros, ¡a doblar la oferta! También se pregunta cómo se interesó News of The World tanto por un personaje que la mayoría de la gente pensará que conocen en su casa a la hora de comer.

Dejando a un lado el estado actual del caso, el pasado 20 de abril la Guerra de los Bridgestone Medios tuvo en El País a toda una estrella invitada. Hablo nada más y nada menos que de Mario Vargas Llosa:

"Yo no he visto el vídeo ni lo veré, pero puedo describirlo con todo lujo de detalles porque sus imágenes me salen al paso aquí en Nueva York desde hace días en revistas y diarios que hojeo y programas informativos de la televisión que se me ocurre poner."

Venga, señor Vargas Llosa, por favor. Todos sabemos que en EE.UU. la Fórmula 1 es tan popular como un partido del Alcoyano. Y le estoy hablando de fútbol europeo. Así que me inclino por pensar que usted sale al paso de las revistas y diarios que usted decide hojear... También me gustaría saber qué programas "informativos" se le ocurre poner, porque como las teles locales acostumbren a emitir los mismos contenidos que en estos lares, a lo mejor no ha visto usted al señor Mosley.

Yo sí me lo tragué voluntariamente, porque luego tengo que escribir en este blog, no por otra cosa... Y tengo que decir que el lujo de detalles que usted describe un par de párrafos más abajo también parece indicar que al final resulta que no ha visto las imágenes. Toda esa historia de los emblemas nazis no aparece probada en los fragmentos a los que yo y muchos otros hemos tenido acceso, y usted la admite como verídica.

Al final, para chulo el propio Mosley, gran administrador de golpes bajos, lengua afilada, que sepamos sólo para emitir palabras, y que achacó las críticas a que ¡algunos no tienen vida sexual propia! Tienes razón, Max, yo tampoco, y no me pongo a defenestrarte cuando escribo. No por esto, porque algún día, tal vez si te echan, podría poner aquí una lista de asuntillos que los aficionados te tenemos guardada...

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