27 marzo 2009

Previo 2009: Brawn



A día 27 de marzo de 2009, uno puede hacer el ejercicio de imaginarse la angustia y la frustración en la base de Brackley a lo largo del invierno, por no poder sacar a relucir en pista los datos que continuamente arrojaban sus simuladores. Aparte de cosas que preocupan al mundo real pero que son barridas bajo la alfombra en el Mundo de Yupi de la Fórmula 1: Iban a ser 700 familias con un miembro en paro... y aún hoy se estima que serán 300.

Y con todo, ahí lo tenemos, ese oro blanco: El RA109, perdón, BGP001. No soy capaz de desgranar detalles técnicos con tanta claridad y concisión como otras personas más puestas, así que si queréis saber más de cómo funciona el famoso difusor, qué ventajas da, cómo encaja todo para hacer llegar el aire a él de la mejor forma posible, o qué otros misterios hay bajo esa carrocería desnuda de patrocinadores, será mejor que os asoméis por alguno de mis blogs recomendados. Ya con los primeros entrenamientos del viernes concluídos, no hay sombra de duda de que estarán al frente y de momento son candidatos a todo. Pero persisten las suspicacias, pues los cronos marcados en la diminuta pretemporada de este equipo eran más que para eso, eran arrolladores. En cualquier caso, fuentes anónimas internas coinciden en que el BGP001 conserva el 80% de la carga aerodinámica de su predecesor, un dato que pocos han alcanzado. También se cuenta que Ross Brawn ha ido dando el visto bueno incluso a los más pequeños detalles. Y otros miembros aplauden la llegada del motor Mercedes, del que incluso se dice que habría ayudado a meter el coche del año pasado en todas las Q3. Las fuentes anónimas internas se pasan por aquí.



Pero si parece un milagro que una escudería agonizante se haya metido en la pomada y de qué manera, Jenson Button y Rubens Barrichello eran justo los pilotos que necesitaban un golpe de suerte de este calibre. Los dos lo tienen muy bien ahora para reivindicarse, incluso el perdedor de la batalla interna, y para reírse a mandíbula batiente de sus muchos críticos -¡yo os acompaño en eso, chicos!-. Brawn GP es el maná caído del cielo para ellos, que ya se veían fuera del paddock. Conociendo a Rubens, seguro que está atribuyendo algo a la intervención divina...

No quiero pasar sin rendir un homenaje al hombre olvidado en toda la vorágine que ha sido la salida de BGP a la palestra: Nakamoto-san, hasta hace dos días uno de los peores directores técnicos de la historia, seguramente seguirá siendo recordado así, y a la vista está que hasta hace unos meses, se lo merecía. Fue repatriado inmediatamente antes de la marcha de Honda -va a haber varios harakiris en Japón como el domingo se confirmen todas las bondades-. Y, por lo tanto, fue el director técnico a lo largo del tan cacareado año y medio de desarrollo del monoplaza que vemos hoy. Sabía que 2009 se le daría mejor, porque él cojeaba y mucho en aerodinámica, pero en cambio es un ingeniero mecánico con éxitos en motociclismo. Y, si el énfasis se hace ahora en el agarre... De modo que esta vez si ha creado un gran coche, que casi disculpa toda la basura previa.

El cuento de hadas -el cuento del hado Ross- continúa este finde.

Mi pronóstico: Brawn GP lo tiene bien para ganar y en plural, a la espera de lo que diga el Tribunal de Apelación próximamente. Pero lo tiene bastante mal, como Williams, para seguir en la brecha hasta Abu Dhabi, por razones tan claras como su librea -término que me huelo ha sido un préstamo crudo del inglés-. Button no llevará ventaja siempre, pero sí cuando esto acabe. Los chicos que sobrevivan a la quema laboral en Brawn vivirán felices y comerán sponsors por muchos años. No hay más que ver la gran acogida que ha tenido entre la afición que un ingeniero vuelva a emprender su propia aventura.

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