A lo largo de 2009, hay una serie de equipos que han demostrado mejor que nadie cómo con la progresiva estandarización de la Fórmula 1 el que acaba último en Australia puede ganar en Spa. Dejaremos el debate sobre si eso es positivo para otra ocasión. La cuestión aquí es que McLaren es uno de esos equipos. Después de lucir en pretemporada más artilugios que el Inspector Gadget, vinieron unas primeras carreras en las que no parecía que les hubieran proporcionado la información para recuperarse. Y, teniendo en cuenta que este año no se podía probar ni un kilómetro, ¡oh Dios mío, era el fin! "Si consigue mantener la calma cuando todo el mundo ha perdido la cabeza, es que no se ha enterado del problema".
Para echar más leña al fuego, se vieron envueltos en ese "Liegate". Podría ponerme a criticar éticamente a Hamilton, a McLaren, a Mosley... Pero es la Fórmula 1 y no tengo ganas de ponerme a cambiar el mundo a estas horas. El caso es que perdieron a la figura de Dave Ryan -director deportivo- y a Ron Dennis. Una pena en particular cuando se piensa que con la tontería habían perdido un podio balsámico para un coche que no tiraba a pesar de dicho logro.
La época del arrastre duró hasta Silverstone, con carreras mejores y peores e incluso con alguna oportunidad perdida, como Mónaco -seguramente iban bien allí porque importaba el agarre mecánico, no la carga aerodinámica-. Nunca olvidaré cómo unos diez días después del GP de Alemania, accedí a Internet en uno de los albergues en los que dormí en Noruega. Aún no había visto la carrera y era prácticamente ajeno al resultado: sólo estaba al tanto del dominio de Red Bull. No sé, y nadie sabe, qué cara puse cuando vi la foto de la salida con Hamilton ahí al frente. Se trataba de un coche prácticamente nuevo y, sobre todo, de un nuevo fondo. El caso es que al final McLaren se ha salido con dos victorias y un puñado de poles. Mi reconocimiento por salir adelante hasta llegar a ser considerados por algunos como el mejor coche de la segunda mitad de campeonato.
Lewis Hamilton (49 pt, 5º)
Bueno. Quien quisiera ver a Lewis Hamilton bregando en condiciones difíciles, supongo que no tendrá ya más dudas. Con todo, su actuación de Australia -la que hizo en pista- fue sensacional, por no hablar de cómo exprimió el material del que disponía en Bahréin, o de cómo peleó posiciones en Turquía y Gran Bretaña. Tuvo sus meteduras de pata -Mónaco, Italia-, pero globalmente lo positivo supera a lo negativo, como no podía ser de otra forma con él. En Hungría, se trabajó una victoria partiendo cuarto. La pole de Abu Dhabi también dice mucho.
Heikki Kovalainen (22pt, 12º)
No vale la excusa de tener que competir contra Lewis. Hay que reconocerle que en los duros inicios pilotó bastante bien y relativamente cerca de su compañero, en especial en el aguacero de China. Pero en vez de mejorar su reputación, 2009 la ha estancado peligrosamente y lo ha apeado del McLaren. La razón: Estar exactamente a la misma distancia de su compañero que en 2008. Me parece que si es inteligente, buscará la ayuda que necesita para crecer profesionalmente.
Los miedos y los cantos de sirena
Hace 1 semana
1 comentario:
Cierto, tío. Creo que ha sido el equipo que más ha progresado en las últimas carreras. De haberse sabido el truco de los difusores desde el principio, seguro que Lewis habría repetido título.
Felices Fiestas!!
Publicar un comentario