Bueno, pues con los calentadores retirados y el semáforo en verde me dispongo a reemprender el ritmo de este blog, después de que las obligaciones que naturalmente conlleva junio para cualquier estudiante; ciertos enredos personales; las planificaciones para asegurarme un verano excitante, y por qué no decirlo, el clima chungo del deporte rey del motor -que ha durado justo hasta el momento en el que me estoy poniendo a escribir estas líneas y que me ha dejado totalmente desmotivado para buscarle un hueco a la prosa que a él se puede referir- me hayan apartado de compartir valoraciones con quien quiera leerlas, mandando esta tribuna al fondo de mis prioridades.
Pero heme aquí, en busca de un tema que merezca dejarlo discurrir en mi cabeza hasta que destile algo digno de estar en los recomendados de algunos compañeros blogueros. Y el pasado GP de Gran Bretaña invita a debatir sobre asuntos taurinos: Qué morlaco de la ganadería de Milton Keynes se puede llevar el gato al agua quedando definitivamente por delante de su compañero cuando salgamos de Abu Dhabi.
Lo primero que me llama la atención es que tal vez las cosas en esta escudería estén saliendo tan al revés como el orden de la parrilla en 2009: Me refiero al palizón de Vettel al calificador por antonomasia de la F1-si Jarno Trulli nos permite otorgarle el honor-. ¿Cuánto pesaba el sábado en Silverstone? ¿666kg, puede ser? Normal que llevara esa carga: Es el número de la bestia, de la bestia de los sábados. Su lucha con Button los sextos días de la semana por la supremacía en parrilla está siendo de lo mejor de este año. Ambos han hecho vueltas memorables, y en alguna ocasión, y me viene a la memoria Barcelona, las han hecho los dos a la vez. Mientras, el del otro lado del box se mantenía a una diferencia claramente perceptible, tanto por tiempo como por posición en parrilla.
Por el contrario, los domingos el australiano a desplegado tal ritmo de carrera, que cualquiera diría que lo que pretende es insinuar a todos los escuderos condenados a salir con un camión cisterna que se quejan de vicio.
Si observamos detenidamente, o sencillamente si tenemos un mínimo de memoria, nos daremos cuenta de que los fines de semana del equipo angloaustriaco siguen una plantilla de forma más o menos fiel: Un viernes en el que se quedan sin la mitad del rodaje porque se quedan tirados en alguna curva -¡le han cogido el gustillo a eso pero bien!-; un sábado en el que insinúan que podríamos suprimir ese día de los grandes premios, porque total puedes plantarte en primera línea con dar tres o cuatro vueltas previamente, y un domingo en el que Seb peca de fogosidad llegada cierta vuelta de la carrera. En este despiece cronológico está, a mi entender, la clave de la pelea.
Hay quien dice: "Pobre Webber, mira que tocarle Vettel en su equipo ahora que tiene un gran coche...". Si no compartiera ese juicio no estaría escribiendo esta entrada. Pero creo que lo realmente irónico para Webber es que lo que tiene que mejorar es su juego en calificación. Aquello por lo que siempre se ha distinguido. O bien él tiene que recuperar la chispa o bien el problema es que tendrá que aprender a incendiar el asfalto tan sublimemente como su compañero.
¿Y qué tendrá que hacer Vettel para realizar actuaciones como la última en Inglaterra, aparentando que tiene la misma experiencia que Mark? Me gustaría hacer hincapié en este último factor: Años más o menos erráticos, segundos años en F1 o en un equipo puntero, se tienen en las mejores familias: Alonso en 2004, Hamilton en el mismísimo año de su título... Que nadie se alarme porque a veces Seb la líe, y por supuesto que no se alarme él. El año que viene será diez veces mejor y más completo gracias a sus "besos" a Kubica o a la barrera de Santa Devota. Pero, ejem, la distancia entre los dos compañeros es de unos puntillos, y si pensamos que Vettel ha cometido errores que son su falta mientras que Webber ha perdido bastante quedándose en la Q1 de Bahréin por culpa de Sutil, o viéndose involucrado en lo que tan tibiamente se llama "incidente de pista" en Australia...
Tampoco menospreciar el daño que ha sufrido el Red Bull nº 15 en las salidas. Bien puede haber perdido dos carreras por haber perdido alguna posición en sus respectivas arrancadas. ¿Hasta qué punto achacárselo al alemán? Pues no lo sé, pero Red Bull Racing debe ser el único equipo que le ha llegado a ver alguna mínima ventaja a montar KERS.
¿Qué creo yo, en suma? Que por naturaleza la delantera la lleva Vettel y la va a mantener, porque tiene talento divino donde Webber tiene talento terrenal y esfuerzo. Pero va a ser realmente difícil para Horner y demás directivos evitar una batalla interna con las minúsculas diferencias que hay entre los dos. En otras palabras, que no pueden apostar por un número uno sin generar bronca con el forzado nº 2 y empeorar las cosas más de lo que lo haría una bonita lucha entre compañeros de equipo. Porque Webber no es manco. Ya lo hemos visto en estas ocho carreras. En todo caso, es un poquito cojo, y ya ni eso, porque le van a quitar los tornillos -los de la pierna, Seb; lo siento, pero Mark seguirá corriendo con cabeza-.
Por si a Seb y a Mark les motiva saberlo, el ganador de esta batalla interna vivirá entre pit babes porque quedará como semental, y el perdedor será enviado al matadero con motivos nazis para el que Max Mosley ya está reclutando efebos con los que disfrutar de su retiro.
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