El ambiente en la Facultad de Ciencias de la Información, en la cual me dejo la vida, es asfixiantemente denso. Y no lo digo por una cafetería o una biblioteca a reventar, ni por el agobio que todos llevamos en aras de salir airosos de cada asignatura. Francamente, son una chufa. Para entendernos, cualquiera capaz de mantener por lo negro un FW14 podría sacarse una de nuestras carreras. No, el ambiente es denso porque aquí mis amigos son aficionados acérrimos a los porros y cualquier cosa cilíndrica que puedan chupetear unos diez minutos -juro que no iba con segundas, lo acabo de releer-. Y aunque yo evite esas costumbres, no puedo taparme la nariz todo ese tiempo... La consecuencia es que me llegan momentos de "inspiración" en los que padezco visiones como el ejercicio de imaginación que quiero contar.
El ejercicio de imaginación comienza en un momento impreciso, pero tal vez la primera fecha clave fuera noviembre de 2006. Es el mes en el que los jerifaltes de Woking se decantaron por el debutante Fernando Alonso en detrimento del probador y titular durante las ocho últimas carreras de ese año, Gary Paffett. De modo que el bicampeón (2005/2006) y eterno protegido de McLaren Lewis Hamilton conoció definitivamente quién iba a acompañarle en su periplo por las pistas la próxima temporada. Alonso había arrasado en todas las fórmulas previas, pero el salto a la F1 siempre era gigantesco y el primer año uno de aprendizaje. Todo eso se hacía más agudo si cabe ante la perspectiva de compartir equipo con esa eminencia del pilotaje. Un tipo superagresivo, con una entrada en curva increiblemente brusca que exigía al máximo a sus Michelin traseros, y que nunca antes había competido con las gomas Bridgestone, que ahora pasaban a ser estándar para todo el deporte.
Se hacía necesario un fuerte programa de pruebas de pretemporada para que el recién llegado estuviera mínimamente preparado en el Melbourne. Al fin y al cabo, tenía que contribuir a las campañas por el título, por muy novato que fuera. El chaval se mostró rápido desde el principio, con una suavidad y precisión inusitadas, si bien su velocidad hacia el ápice le hacía propenso a los planos en los delanteros. Por si toda la expectación derivada de tener a un posible futuro campeón tomando la alternativa en un equipo puntero fuera poca, la afición española estaba ilusionadísima al tener por fin a uno de los suyos en un equipo con potencial para aspirar a todo. Y eso a pesar de que siempre había girado en torno a su compañero, niño de los ojos de todos en Woking.
Y así fue que los hombres de plata llegaron a la primera carrera, en la cual el joven español se coló por el exterior de la primera curva a su prestigioso compañero. Por suerte -para Lewis- el equipo lo arregló todo en la segunda tanda de paradas, como debe ser cuando el que va justo por detrás tiene más posibilidades de victoria en octubre. En la siguiente prueba, Fernando dio aún mayores muestras de madurez conteniendo a los dos Ferrari como si llevara toda la vida en F1, y de paso dejando a Lewis caminar hacia un triunfo más que cómodo.
Pero las cosas empezaron a desviarse ligeramente del guión a partir de ahí. Mientras Alonso batía récords entre todos los debutantes de la historia, subiéndose una vez tras otra al podio, el británico sufría con el equilibrio en Bahréin y con su exceso de agresividad en España. Montmeló fue una auténtica fiesta pues, por primera vez en la historia, un español se alzaba con el liderato del mundial. En Barcelona, nada menos. Pero la verdadera batalla comenzó en las calles de Montecarlo: Una vez más, para McLaren primó conservar el doblete, como debe ser. Por eso protegieron a Alonso de una situación de Safety Car llamándolo a boxes unas vueltas más pronto de lo programado. Eso lo privó de pelear por el triunfo, por lo que no acabó demasiado contento a pesar de su quinto podio de cinco intentos. Sus lloriqueos llamaron la atención de la FIA, que se puso a investigar si lo que había pasado era susceptible de llamarse "orden de equipo". Pero al mismo tiempo, la prensa de nuestro país no se dio por vencida y por poco no publican titulares con la palabra "ladrones" asociada a los que toman las decisiones en McLaren. A todo esto, la reacción del equipo fue tibia, limitándose a señalar la legitimidad de lo que habían hecho.
A lo largo de la temporada, estaba resultando desconcertante cómo un equipo que se había pasado los últimos años idolatrando a su héroe de Stevenage apenas movía un dedo para controlar al recién llegado, y los periodistas british también empezaban a dejar claro que para ellos esa era una desagradable sopresa. Ahora cabía preguntarse cómo le sentaría a Lewis que toda la bonanza y las facilidades se acabaran para él.
CONTINUARÁ
El pecado
Hace 1 semana
5 comentarios:
Me ha parecido muy interesante este ejercicio de "imaginación" y te animo encarecidamente a continuarlo. A veces este tipo de ejercicios nos pueden ayudar, cambiando las circunstàncias y los condicionamientos con los que vivimos alguna determinada experiencia, a experimentar otros puntos de vista y, por ende, a acabar modificando nuestra percepción de lo que vivimos.
Aunque creo que vas a necesitar un extra de "tufillo" para acabar de hilvanar aquello de "corriamos contra Lewis".
Como dijo Lewis Hamilton... Carroll, Lewis Carroll (en que estaria yo pensando): "Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica."
Gracias, ya lo creo que voy a necesitar Dios y ayuda para seguir, me estoy enredando bastante en mi propia historia... Confío en terminarla cuanto antes, pero me parece que primero os obligaré a tragaros ¡el previo 2009 by me!
Buenasssssssss, Sergio.
Veo que te gusta laprosa con olor a gasolina, y estamos preparando en el foro una sección que se dedicará a eso. asi que a ver si participas allí...jejeje
Muy interesante la entrada, voy a ver si me la acabo y comentamos, pero quería saludarte antes de todo
mag
Hombre Mag!
En primer lugar gracias por mostrarme lo evidente, que hace falta algún reclamo más que sólo el enlace a tu blog para animarlo, jeje.
Aguardo con impaciencia esa nueva sección y en fin, un año de estos acabo esta entrada.
A ver si vuelves a escribir en thef1 pronto que quiero lanzarme a tu yugular jeje...
Este es más interesante sin desmerecer a los otros artículos, claro está.
Me uno a los que esperan con ansia la continuación del relato, el cual he de confesar que he releido un par de veces ya!
Un saludo y a seguir inspirado xD
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